Empiezo por Mendoza. Una amiga de la primaria tiene un proyecto de conservación, y me va a dar un lugar para estacionar, ducharme y cocinar a cambio de ir al pueblo a hacer las compras con la camioneta una vez por semana y dar una mano con el mantenimiento del predio.
Gracias por preocuparte, chori.
Por suerte soy programador con mucha experiencia en freelance para USA y Europa, y aunque dudo que me vaya a forrar en guita laburando desde la ruta, sé que puedo sacar US$500-1000 por mes para la nafta y la yerba.
De todas formas no pienso manejar mucho; me voy a quedar varias semanas en cada lugar.
No me gusta la gente; prefiero ser lo más autónomo posible.
Una día hace cosa de un año estaba saliendo de la oficina. El cielo estaba encapotado, con ganas de llover, y el clima estaba húmedo y pesado. Estaba yendo para la boca de subte, y de repente me quedé tildado, con la mente en blanco, parado como un poste en medio de la gente que corría de acá para allá para volver a la casa antes de que se largara. No entendía dónde estaba, qué estaba haciendo, adónde iba, o para qué.
Me di cuenta de que la jornada laboral me había sacado hasta la última gota de voluntad de vivir, y que si seguía así, tarde o temprano me iba a volver loco, así que me puse con esto.
Me puse en modo juden durante un año para juntar las ~200 lucas que iba a necesitar: dejé de comprar comida hecha, largué los postres, me empecé a cocinar arroz y lentejas en casa para llevar al laburo, iba caminando a todas partes, etcétera. Como soy medio autista y no salgo de casa, literalmente no tenía gastos extra. Llegó un punto en el que estaba gastando menos de $200 por semana, y separando más de la mitad del sueldo de la oficina + changas freelance.
Esa vida espartana me ayudó a prepararme para sobrevivir con un anafe a butano y una marmita de aluminio.
Aparte leí y vi un montón de material en YouTube sobre mecánica y electricidad, como para poder defenderme si se me quedaba la camioneta en el medio de la nada, y me metí en varias comunidades de vandwellers y stealth camping.
Por último dediqué este año a ponerme en forma: pasé de ser un gordito a salir a trotar 10km por día e ir a la estación saludable 3 veces por semana.
Todavía no pasé más que un finde largo en la chata, así que no sé si lo que aprendí me va a servir de algo o no, pero por lo menos me dio la seguridad para decidirme a dar el primer paso.